SARMIENTO SEQUEDA, FAVIO
U$ 6,91 6,35 €
U$ 6,91 6,35 €
Decidí bailar con José Miguel ese último ritmo y me abracé a él
mientras ardía. Las llamas penetraban mi carne viva, pero pude to-
mar la mano de José Miguel para que se fundieran juntas en las fiestas
de Santa Anita. Los borrachos del pueblo gritaban despropósitos a los
dos cuerpos en llamas. Nadie quería apagar el fuego porque el fuego
es fiesta.
Mis ojos pudieron ver de cerca esos ojos tristes de José Miguel,
me aferré a su carne quemada hasta el último suspiro de mis fuerzas.
Nunca supe que pensaba de aquella noche, nunca supe si me odiaba
o me amaba. Pero ya estábamos fundidos los dos, en medio de la más
grande fiesta de carnicería humana, fundidos en el parque central de
Santa Anita.
La fiesta continúo durante tres días sin parar. El señor alcalde
regaló cien canastas de cerveza para todo el que necesitase un poco
de bebida fresca para festejar. Las cenizas volaron sobre el cielo de
Santa Anita y algunas regiones aledañas durante todas las jornadas
de celebración. Nada importó porque sólo un sentimiento invadía al
pueblo: ¡Qué siga la fiesta!