TROVATO, GRAZIELLA
U$ 32,05 30,25 €
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Prólogo
Presentación
Introducción.
1. La máscara en arquitectura: la fachada como proyección del cuerpo propio.
1.1. La máscara ritual
1.1.1. La fachada es la piel: De los tejidos,
los vestidos, las cosas y las casas
1.2. La máscara social
1.2.1. La fachada es el rostro
1.3. La máscara electrónica
1.3.1. La fachada es la interfaz: Cambios y devenires
naturales-artificiales
2. Revelar-enmascarar: autonomía de la envolvente
2.1. El mensaje fisonómico
2.2. La piel y el esqueleto
2.3. Hacia el delirio de la apariencia
2.4. La piel sensible y pasional
2.5. Monumentalidad enigmática vs. monumentalidad
efímera (automonumento vs. no-monumento) 2.6. Fachadismo
2.7. Fachada logo-fachada concept(o)
3. Del muro a la hipersuperficie. nueva fisonomía
de la envolvente
3.1. Enmascaramiento, camuflaje, reciclaje y ruido visual
3.2. Origamis, pliegues y repliegues
3.3. Tres transparencias
3.3.1. La transparencia fluida
3.3.2. La transparencia erótica
3.3.3. La transparencia opaca
3.4. El efecto escaparate. Dilatación y erosión del límite
Bibliografía
La piel arquitectónica ¿puede tener vida propia? ¿Cómo ha cambiado el rostro de nuestros edificios y de nuestras ciudades en los últimos años? ¿Cuáles son las principales causas de las transformaciones que afectan a los límites? La autora nos propone una lectura de la fachada como máscara de la arquitectura, filtro en el que se registran los devenires naturales y los cambios impuestos por la evolución tecnológica, el consumo y la moda. Un recorrido que nos conduce desde la máscara primitiva a la máscara electrónica, entendida como interfaz entre el cuerpo y el paisaje natural y urbano. A través de la interfaz, elemento autónomo desde el punto de vista figurativo, estructural y comunicativo, la arquitectura revela por un lado la crisis del significado que afecta a todas las esferas de nuestra existencia y, por otro, la aspiración a realizar edificios cada vez más ligados a la sensibilidad del cuerpo propio. La fachada-interfaz puede plasmarse en múltiples apariencias y ser finalmente al mismo tiempo una piel activa, interactiva y sensible. De esta forma nos encontramos frente a un dúplice proceso que prefigura tanto la anulación de la fachada, en su acepción tradicional de rostro representativo y privilegiado, como un nuevo fachadismo alejado de la frontalidad renacentista a favor del gesto, la flexibilidad y la transparencia de un velo que vela y revela las múltiples contradicciones de nuestro tiempo.